¿Lo habrías imaginado?

Hoy quiero compartir un artículo que escribí hace tiempo para una tienda erótica y que recupero para Crónicas Sexitivas, porque seguramente muchos de vosotros y vosotras no habéis leído y lo considero interesante.

Voy a hablaros de la copa menstrual, pero no voy a explicaros cómo funciona, sus beneficios y demás ventajas. Quien aún no la conozca debería informarse, recomendado. Y quien la conozca pero no se haya atrevido aún a probarla, voy a daros una visión que quizás os anime a hacerlo. Y para quien ya la usáis, espero que os atreváis a probar y contarnos en un comentario vuestra experiencia. Así que voy a hablaros de la copa como “juguete erótico». Sí, habéis leído bien.

Aún hay mujeres que cuando están menstruando no les apetece tener sexo ya sea por dolores y malestar, porque aún no ha superado ese cliché absurdo de que con la regla no se folla, o sencillamente porque su pareja se marea al ver sangre (y no os riáis, les pasa a muchos XD). Pues bien, sea por la razón que sea que no practiques sexo vaginal (y aunque folles con la regla, por supuesto también), pero eres de esas mujeres que practican el sexo anal sin miedos ni vergüenzas, y además lo disfrutas, hacerlo con la copa menstrual dentro puede ser un viaje alucinante.

La pared que separa el recto de la vagina es una membrana bastante resistente pero a su vez muy elástica y delgada, por lo que al introducir el pene, dildo, plugin anal o sencillamente un dedo en el ano, si se sabe hacer, se podría estimular el punto G desde ahí (¿increíble verdad?). Y como eso requiere de una destreza en el amante de turno difícil de encontrar (o muchas sesiones de práctica) la copa menstrual es la solución perfecta. Porque si introduces un juguete en la vagina a la vez que te penetran por la puerta trasera, al ser más o menos rígido, apenas vas a notar nada en tu punto G (aunque la doble penetración pueda ser muy placentera) pero como además estamos hablando de que con el periodo habéis cerrado el chiringuito por reformas, el uso de juguetes queda descartado.

Entonces como estáis usando la copa menstrual pues… ¡ay esa copa menstrual! Blandita, flexible, sin aristas ni esquinas, toda suavecita pero con la rigidez justa para que, si la empujas, ejerza una pequeña presión. Y resulta que el anillo de la copa hace vacío justo ¿Dónde? pues en la zona del punto G. Sísísí. Y aunque aún no conozcáis vuestro punto G, puede que al introduciros el pene por el culo sintáis tocar el cielo. Porque la sensación placentera de ser penetrada por detrás pero a la vez también sentir un cosquilleo, una presión ligera y agradable en el interior de vuestra vagina que a cada “metesaca” del pene va haciéndose más intensa, os puede regalar un orgasmo increíble, pues el aro de la copa masajea sin contemplaciones vuestro punto G. Palabrita del niño Jesús.

Y desde aquí os invito a que probéis y compartáis vuestras experiencias con las demás mujeres que no se atrevan. Ayudémonos entre todas a disfrutar más y mejor. Y si aún dudabas en usar la copa menstrual, ahora no tienes excusas. El mejor juguete sexual improvisado del planeta.

Así que ¡sed Sexitivas!